domingo, 3 de novembro de 2013

Não ter medo da morte, porque já estamos mortos em Cristo


" Gracias a las enseñanzas de Nuestro Señor, las realidades últimas pierden el sentido tétrico y fatalista que muchos hombres y mujeres han tenido y tienen a lo largo de la historia. La muerte corporal es un hecho evidente a todos, pero en Cristo adquiere un sentido nuevo. No es sólo una consecuencia de ser criaturas materiales, con un cuerpo físico que naturalmente tiende a la disgregación, y no se queda tan sólo —como ya revelaba el Antiguo Testamento— en un castigo del pecado. Escribe san Pablo:
 
para mí, el vivir es Cristo, y el morir una ganancia. Y en otro momento añade: podéis estar seguros: si morimos con Él, también viviremos con Él3. «La novedad esencial de la muerte cristiana está ahí: pelo Batismo, o cristão está já sacramentalmente "morto com Cristo", para viver uma vida nova; e se morremos na graça de Cristo, a morte física consome este "morrer com Cristo" e aperfeiçoa assim a nossa incorporação nEle, no seu ato redentor" 4

3 Flp 1, 21 y 2 Tm 2, 11.

4 Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1010.

D. Javier Echevarria
Carta Pastoral de Novembro de 2013

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